jueves, 25 de abril de 2013

Pierre Menard y la Poética de Borges


¿Quién se negará hoy a considerar los textos de Ficciones  (desde “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” hasta “Tres versiones de Judas”, pasando por “Pierre Menard, autor del Quijote”) entre las aportaciones literarias más significativas y desafiantes?
El texto de “Pierre Menard, autor del Quijote”,   es sin duda, una de las creaciones más destacadas en la obra del escritor argentino Jorge Luis Borges; más de medio siglo de su publicación y  la lectura nos sigue haciendo pensar en  la transformación de un texto en otro. 
Revisemos en  “Pierre Menard, autor del Quijote”,  la comunicación que se establece entre sujeto productor y sujeto receptor a través de varios elementos del semiotopo: función narradora, dosificación de la información y  manejo de diversos  estereotipos.
El asunto de “Pierre Menar, autor del Quijote” se presenta como una reseña, escrita por un ridículo escritor provinciano en homenaje a un colega suyo llamado Pierre Menard. Tras una pedantesca introducción, se enumera la “obra visible” de Menard en forma de catálogo en el que se entremezclan, con extravagante variedad, labores de poeta, ajedrecista, traductor, cavilador de paradojas filosóficas y tratadista de métrica, sintaxis y puntuación.
En este cuento asistimos a un ejercicio de crítica literaria en estado puro. El tono de la narración es fría especifica del ensayo crítico aunque, como veremos, la ironía es también uno de sus rasgos distintivos.
El cuento está narrado por lector crítico pedantesco y poco fidedigno que comenta la obra de un tal Pierre Menard, un autor-lector-critico y que acomete la alucinante empresa de reescribir el Quijote.   Aquí se da un juego de espejos donde la novela de Cervantes una novela de novelas en la que el autor español emprendió la tarea no menos alucinante de reescribir, parodiándola, toda la tradición literaria preexistente.
En la enumeración que el narrador hace de la obra de Menard al comienzo del cuento, no podemos dejar de pensar en un episodio parecido que tiene lugar en la novela de Cervantes: el famoso escrutinio que el canónigo hace de la biblioteca de Don Quijote (capítulo VI de la primera parte). Al igual que el canónigo, el narrador de Pierre Menard carece de todo sentido de la verosimilitud, aunque con su estilo seudocientífico pretenda todo lo contrario.
El narrador se propone hacer una defensa de Pierre Menard, ofreciendo el “catálogo falaz” de cuatro páginas de las obras del escritor francés contemporáneo antes nombrado. Aquí la obra se divide en dos apartados: la obra visible, convencional, instituida de un autor, y más adelante veremos la obra no visible, la transcendente, acaso inconclusa. 
Entre las obras del autor destaca una que evoca los hábitos literarios de Tlön y el libro laberíntico de “El jardín de los senderos que se bifurcan”: “Una monografía sobre la posibilidad de construir un vocabulario poético de conceptos que no fueran sinónimos o perífrasis de los que informan el lenguaje común, sino objetos ideales creados por una convención y esencialmente destinados a las necesidades poéticas”. (pag. 42)
El carácter contradictorio y paródico de las obras mencionadas en el relato, cobra expresión de nuevo en otro de los textos de Menard, cuyo título alude a uno de los temas recurrentes en Borges, la irrealidad y la realidad: “Una invectiva contra Paul Valéry, en las Hojas para la supresión de la realidad de Jacques Reboul (esta invectiva, dicho sea entre paréntesis es el reverso exacto de su verdadera opinión sobre Valéry)” (pág.44 ).
Paul Veléry (1871-1945), fue un escritor francés, poeta, pero principalmente ensayista.
En total el narrador cita por orden cronológico diecinueve títulos (ensayos, traducciones, prefacios, etc.) pertenecientes a lo que considera la “obra visible de Pierre Menard”. De la “subterránea, la interminablemente heroica, la impar” e “inconclusa” dice que consta de los capítulos noveno y trigésimo octavo de la primera parte de Don Quijote y de un fragmento del capítulo veintidós. 
El narrador parece consciente del aparente absurdo de tal afirmación e insiste en que la justificación de la misma constituye el objeto primordial de su ensayo.
En la enumeración que el narrador hace de la obra de Menard al comienzo del cuento, no podemos dejar de pensar en un episodio parecido que tiene lugar en la novela de Cervantes: el famoso escrutinio que el canónigo hace de la biblioteca de Don Quijote (capítulo VI de la primera parte). Al igual que el canónigo, el narrador de Pierre Menard carece de todo sentido de la verosimilitud, aunque con su estilo seudocientífico pretenda todo lo contrario.
Cuando se afirma de la obra subterránea, es porque la mayor de las veces, no se hace explicito el trabajo de interpretación que permita la “comprensión”. Es “interminable, ya que toda interpretación está abierta a nuevas interpretaciones sin alcanzar una última y definitiva y es “heroico”, porque como otras acciones heroicas, sólo puede contar consigo misma. Con su propia valentía y fuerzas. Es “impar”, porque toda interpretación es, en alguna medida, singular y única, es decir, cada lector de acuerdo con sus competencias interpreta el sentido de la obra. Se pueden establecer analogías pero no criterios exactos. 
Además, el narrador expone la singularísima “obra invisible” de Menard, exponiendo sus pintorescos fundamentos teóricos antes de ofrecernos una muestra sorprendente de la “genial empresa” menardiana: un mismo fragmento, reproducido dos veces, del noveno capítulo de la primera parte del Quijote, del cual hablaremos más adelante.
Pierre Menard escribió un obra que ya estaba escrita. La posibilidad de que el lector crea que la intención del simbolista francés fuera escribir un Quijote contemporáneo, es inmediatamente descartada por su comentarista: “No quería componer otro Quijote –lo cual es fácil- sino el Quijote”(pág. 46).
En su elaboración de un Quijote idéntico, pero propio, Menard ve dos posibles métodos. El primero consistía en la identificación biográfica con el autor original: “ser Miguel de Cervantes –pero lo descartó por fácil¨(pág. 46). Menard pretende seguir siendo Menard y llegar al Quijote, a través de las experiencias de Pierre Menard. Lo que parece un acertijo adquiere un nuevo significado si interpretamos el proyecto del autor imaginario como una alegoría de la lectura, entendida ésta como proceso de reescritura permanente.
“¿Por qué precisamente el Quijote? Dirá nuestro lector. Esa preferencia, en un español, no hubiera sido inexplicable; pero sin duda lo es en un simbolista de N’imes, devoto esencialmente de Poe, que engendró a Baudelaire, que engendró a Mallarmé, que engendró a Valéry, que engendró a Edmond Teste”. (pág. 47)
Hace mención al español que comparte con Cervantes “algo” del contexto, del “mundo” al que ambos pertenecen: por lo menos, tienen la lengua en común. Menard en cambio, es francés y pertenece al siglo XX, es decir, pertenece a otro mundo, a una tradición “extraña” o ajena a la que pertenece Cervantes. 
Poe, que engendró a Baudelaire, que engendró a Mallarmé…, los historiadores más alemanes pierden la paz ante esas dinastías de  la variación; los franceses dirían la historia de la poesía a las generaciones de Poe, que engendró a Baudelaire, que engendró a Mallarmé, que engendró a Bretón. España admitiría esa cosmogonía, siempre que Góngora sea el iniciador de la serie. ¡Qué narrador al hacer aquí una especie de “cajas rusas”, una dentro de la otra! . Espejo de escuelas que hacen arte.
Menard dice: “Mi mi solitario juego está gobernado por dos leyes polares. La primera me permite ensayar variantes de tipo formal o psicológico; la segunda me obliga a sacrificarlas al texto “original” y a razonar de un modo irrefutable esa aniquilación…” (pág. 48)
Menard al mencionar las dos leyes, se refiere a los principios básicos de la interpretación: 1. Variar las interpretaciones y 2. Eliminar las que no se ajusten al original. “Original” está entrecomillado porque en realidad siempre se está tratando con una “interpretación”. Incluso el original es ya una primera interpretación. No obstante, el “original” es un referente ineludible para toda interpretación que, para ser tal, debiera poder resistir cualquier intento de refutación que la suprima.  
Los motivos que llenan a Menard a elegir el Quijote como objeto de relectura, proceden de una carta dirigida al narrador. La carta de Pierre Menard comienza diciendo: “El Quijote … me interesa profundamente, pero no me parece ¿cómo lo diré? Inevitable … El Quijote es un libro contingente, el Quijote es innecesario. Puedo premeditar su escritura, puedo escribirlo, sin incurrir en una tautología”. (pág. 49)
Lo que parece un comentario despectivo de la obra de Cervantes es, a la luz de la crítica de la lectura, un elogio del Quijote como modelo y pieza fundacional susceptible de nuevas escrituras, permite recordar que en un texto figura la intertextualidad.  
En “Pierre Menard…” el narrador escribe exactamente dos textos exactamente lo mismo: la letra de las palabras no cambia un ápice, pero los sentido son totalmente distintos debido a las diferencias contextuales.  Aunque el texto es muy conocido, reproduzco su momento diferencial:

… la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir. (pag. 50)

Redactada en el siglo diecisiete, redactada por el “ingenio Cervantes”, esa frase es un mero elogio retórico de la historia.
Redactada en el siglo XX , muchas situaciones no sólo históricas sino culturales –el caso de las traducciones, por ejemplo--, y todos esos casos, será la diferencia contextual -aunque la letra permanezca- la fuente de producción es de otros sentidos.
De otra forma, decir que la historia, “madre” de la verdad;  es una idea asombrosa. No se dice que la historia como una indagación de la realidad sino como su origen. Desde esta perspectiva, la frase de Menard se interpreta como la historia es el origen de la realidad. Verdad no significa lo que sucedió sino  lo que creemos que sucedió. Así, todo texto de Menard (que es exactamente el mismo que el de Cervantes) se interpreta de una manera completamente distinta desde un contexto pragmático que era completamente ajeno a Cervantes, pero que es la clave para comprender a Menard.
Por otra parte, estos dos párrafos idénticos de Cervantes que provocan exclamaciones de júbilo, (en el narrador),  sobre la parte crítica como si fueran diferentes, es una interpretación brillante.
Muestra la forma como se puede reconstruir la literatura, sabiendo que no hay  un escritor, sosteniendo una obra de ficción enriquecida por una inspiración que ha sido de primera a través de los siglos. A pesar de la apariencia hipercrítica, el narrador puede haber ayudado a bien no deconstruir la literatura, sino a reconstruirla.
El estilo de la escritura, sin duda alguna, es irónico y lleva una clara tendencia crítica cuando la ironía se considera como una de las claves de la crítica literaria.  La ironía es un tropo retórico que envuelve la creación de un significado o asociado con la palabra o una oración dada.
A modo de conclusión, Borges a través de este relato hace una retórica de indicaciones críticas que se suman para formar una esquemática donde la ironía domina dentro de un lenguaje totalmente sofisticado. 
Él señala al final de su ensayo el ejercicio del intelectual después de una definición de la verdad en relación a la historia. La inteligencia es producto de "Pensar, analizar, e inventar" (pág. 51). Por consiguiente, él aclara que, todo hombre será capaz de entender todas las ideas que en el porvenir lo será. 
Falta mucho por extraer de este cuento, pero con esto nos da una idea de la grandeza de un autor erudito.

lunes, 22 de abril de 2013

LA HERMENÉUTICA DE LA SOSPECHA


¿Qué es la hermenéutica de la sospecha y cómo se relaciona con la teoría literaria?

La hermenéutica de la sospecha se desarrollo en la crítica de la ideología (modelo de interpretación de la realidad, Marx), en el psicoanálisis (Freud) y en el pensamiento que inspiró a Nietzche, “No hay fenómenos morales, sino sólo interpretaciones morales de fenómenos” 
Marx decía que el texto no es la representación de la historia sino de su encarnación.
La interpretación de una obra a través de la lente de la psicología con las teorías de Freud, se ve en las motivaciones psicológicas de los personajes o de los autores. Donde podemos entender de algunas obras los problemas psicológicos. Freud pensaba que la mayoría de nuestras acciones están motivadas por fuerzas psicológicas sobre las que tenemos control muy limitado. Él diferencia entre los niveles de actividad mental consciente e inconsciente.
Según la hermenéutica de la sospecha, la idea de interpretación no es el significado manifiesto de lo que se afirma en un texto. El verdadero significado esta al desenmascarar lo que se oculta en el contenido.
La interpretación del texto tiene una dicotomía: lo que se limita a interpretar sobre las intenciones del autor y la que  descubre la significatividad de lo que se afirma en un sentido completamente inesperado.
El texto que conforma la literatura tiene el valor estético de varios significados simultáneos que hay que interpretar a través de la hermenéutica de la sospecha.
La interpretación se mueve en la teoría literaria porque tiene por labor buscar la diferencia, lo no dicho, la decodificación escurridiza del sentido para otorgar su interpretación.

miércoles, 17 de abril de 2013

EL SEMIOTOPO Y EL TEXTO



En el semiotopo del texto figura el espacio de comunicación de los sujetos alfa y omega, mediatiza su intercambio. Se trata, por supuesto, de una comunicación indirecta, mediatizada por un sistema complejo, abierto y auto-organizador (Ezquerro: 2011, 19)

El texto como una cadena sintagmática de unidades de contenido que aseguran la homogeneidad del discurso.

Así concebido el texto equivale a un plano homogéneo de significación, donde la recurrencia sémica señala la existencia de una coherencia semántica y textual.

Se podría decir, con otras palabras, que el semiotopo es una propiedad semántica del texto que permite destacar los planos homogéneos de significación y que se apoya sobre la redundancia y reiteración en varios segmentos textuales de algunos elementos semánticos idénticos: estos últimos constituyen una base sobre lo cual se insertan las significaciones particulares de cada segmento del texto, sin que su especificidad comparta ni dispersión ni inconciliabilidad de los diversos sentidos.

Es obvio que un determinado texto, sometido a un contexto socio-cultural posee varias lecturas; por ejemplo, textos religiosos (y por tanto verdaderos) en la Edad Media son considerados en épocas diferentes textos literarios de ficción ( y por tanto “falsos”).

Esto también tiene que ver con el sujeto omega (lector) donde diversas lecturas son posibles, según el contexto socio-cultural y según la competencia textual del lector.

El semiotopo como proceso semiótico en su discurrir sintáctico va produciendo sentido.

También el análisis literario depende de las competencias textuales y del contexto socio-cultural del analista.

viernes, 12 de abril de 2013

¿Por qué es importante conocer al sujeto al alfa, al idiotopo alfa y al sujeto omega al elaborar un análisis literario?




 No se puede olvidar que el texto es producto de dos operaciones, la producción y la observación, que implican dos sujetos que denominamos  sujeto  alfa y sujeto omega. Para el análisis literario es sumamente importante conocer estos sujetos que intervienen en el texto.
Conocer al sujeto alfa,  es saber quién o quienes han intervenido en el texto que tenemos en nuestras manos; qué fue lo que  influyó en su construcción: cómo hace el texto,  sus estudios profesionales, lugar de residencia, época. Todas estas características, están presentes connotativamente en el semiotopo del texto. 
Saber la biografía del idiotopo alfa (autor), es importante para el análisis literario porque, también el semiotopo está influido por el contexto histórico-social y cognitivo de éste. Conocer qué otros textos ha publicado permite conjeturar el género literario de su preferencia y el trayecto como literato, en que idiomas publica, grupo social al que pertenece, ciudad en la que vive. Al entender estos elementos, habrá una mejor comprensión del semiotopo y de la relación que se da entre éste y el idiotopo alfa.
Conociendo todos estos detalles se tiene una base que permite  la comprensión y una mejor argumentación del análisis del texto.
Todo idiotopo alfa, piensa en el destinatario del texto (sujeto omega), y de acuerdo a esa idea, escribe el semiotopo. Se escribe pensando en los futuros lectores.
El sujeto omega tiene que conocer los códigos lingüísticos y culturales, utilizados por el sujeto alfa para producir el texto. Cuantos más elementos comunes tengan los dos sujetos, más fácil será  la interpretación. 
Tratar de intuir para que tipo de sujetos omega esta destinado el texto, permitirá que el análisis literario tenga una mejor interpretación y se sabrá a que tipo de lectores hay que dirigir el análisis literario.
En el semiotopo del texto figura el espacio de comunicación de los sujetos alfa y omega. 

jueves, 11 de abril de 2013

Análisis Literario (continuación)


El libro Kristus och Judas, escrito por el protagonista donde figuran sus investigaciones, es referido cinco veces.
Los trece libros, ofrecen argumentaciones para asentar las citas y notas de las indagaciones hechas por el personaje principal.
En el gran número de libros citados, se observa que hay libros devotos y libros herejes, considerando que las citas o notas que se hacen de ellos, son a favor del libro canónico donde figura la creencia tradicional de Judas, y los herejes son libros que, según el narrador se han escrito apoyando la investigación del protagonista. 
Haciendo uso de  erudición, el narrador  muestra citas y notas en: ingles, sueco, alemán, yiddish, francés, griego y desde luego en español que se combinan con los personajes y los lugares internacionales que figuran en el cuento.
Hay libros auténticos que son de autores ficticios y hay libros ficticios que son acreditados a autores históricos, aquel lector que se interese por conocer más sobre ellos se dará cuenta que efectivamente los personajes fueron escritores, pero no escribieron ese tipo de libros o no pudieron haber hecho las citas que menciona el narrador. Aunque, también encontramos libros y autores fidedignos que son de suma importancia para la historia.
Lugares de ciudades 
Otro de los motivos que figuran desde el inicio del relato, son los lugares de ciudades o países que conceden importancia a la narración, son espacios mundiales que proporcionan al asunto un componente de apertura para que el lector se sienta atraído por lo cosmopolita.
4 Ciudades
Ciudad Universitaria de Lund
Roma
París
Argentina
1 Península 
Asia Menor
1 País
Buenos Aires 
Estas ciudades se muestran como una especie de sabana que se extiende por todo el mundo abarcando un área universal, países que predominantemente son católicos y a quien, seguramente les debe interesar el relato por tratarse de un tema que la tradición católica ha considerado por más de dos mil años. 
Los nombres de los personajes se mueven por estos lugares: cada vez que hay un nombre de un personaje, hay un lugar que lo acompaña o una sugerencia a que las investigaciones de Runeberg deben interesar en la ciudad aludida; esto ayuda a dar verosimilitud al relato y a que el lector haga un viaje alrededor del mundo situándose en sitios importantes para sentirse en un espacio amplio de lugares interesantes.
El narrador hábilmente logra conjuntar personajes, lugares, libros y una diversidad de notas en diferentes lenguas. Las notas se atribuyen a personajes ficticios e históricos. Y notas ficticias a personajes históricos.
Valores
Los valores es uno de los motivos que encontramos constantemente. Hay una larga lista de valores positivos y negativos (valores y antivalores):
8 Valores positivos
Religioso
Hacer el bien
Humildad
Ternura
Abnegación
Sacrificio
Religioso
31 Valores negativos
Injurias
Negligencia
Blasfemia
Atribuir falsedades
Forzarlo a declarar
Rebelión
Soberbia
Traición
El propósito de ser terrible
Infamia
Acusar de herejía
Imputar su crimen a la codicia
Crimen
Rebatir
Delatar
Adulterio
Abominar
Homicidio
Tener el coraje a alguien
Profanar
Fulgor satánico
Abuso de confianza
Delación
Perversión
Exasperación
Pérfido
Pecar
Reprobación
Indiferencia
Maldiciones
Impiedad
Los valores que figuran en la narración orientan el comportamiento de los personajes y los hace verse dentro de un ambiente real, el lector fácilmente puede confundirse con la veracidad del cuento. Encontramos valores positivos y valores negativos, es decir a los nombres de los personajes son atribuidos valores y antivalores, y no necesariamente los positivos están con los personajes buenos o los negativos con los personajes malos, estos se dan en ambos participantes, malos y buenos participan tanto de valores positivos como de negativos. 
Este motivo sembrado en cada uno de los nombres a los que se alude, son los garantes de la moral que muestran los personajes y responde a una verosimilitud del relato que permite la identificación con el lector y su entorno.

Análisis Literario (continuación)



Nombres de personajes
 Este motivo aparece desde las primeras líneas y reaparece de manera constante a lo largo del relato. Son treinta y dos nombres de personajes los que figuran en el semiotopo del cuento “Tres versiones de Judas”.
 LOS BUENOS: Dieciocho devotos 4 Apóstoles: Isaías Juan Mateo Lucas. 2 Escritores Nils Runeberg Dante 1, Hechicero Juan de Viterbo 2 Predicadores El obispo de Lund Robertson 1 Religioso Midrashim 3 Teólogos Axel Borelius Lars Peter Engström Simeón Ben Azaí 3 Héroes Divinidad: Jesús, Jesucristo, Dios, Aquél, Redentor Militares: Alejandro, Thomas Edward Lawrence 1 Nobles Gobernante: Rurik 1 Matemático y Filósofo Pitágoras LOS MALOS Catorce herejes 2 Escritores Euclydes Da Cunha Maurice Abramowicz 2 Filósofos Valerio Sorano Borelius 1 Profeta Antonio Conselheiro 6 Teólogos Basílides Satornilo Carpócrates Erik Erfjord Hans Lassen Martensen Kemnitz 1 Traductor Escritor: Emili Schering 1 Traidor Apóstol: Judas 1 Humorista Escritor: De Quincey 

Además del importante número de personajes, encontramos que algunos de éstos se encuentran más de una vez, por ejemplo: Jesús-Jesucristo-Dios-Aquél o Redentor, lo encontramos treinta y tres veces; Judas, se localiza diecisiete veces; Juan el apóstol, tres veces. 
He clasificado los personajes con la categoría de buenos y malos para poder distinguir dos grupos que se localizan en el semiotopo. Llamamos “buenos” a todos aquellos que defienden la postura tradicional del texto canónico que sirve como guía a la religión católica; y desde luego los personajes “malos”, son aquellos herejes que están inconformes y se manifiestan con opiniones o con citas de textos literarios, principalmente son autores de libros históricos. 
También hay dentro de los personajes malos, seis teólogos escritores y un humorista escritor hereje. Evidentemente, los nombres de los personajes es un motivo dominante que ocupa una parte muy importante de las ocho páginas del cuento. 

Libros 
En el relato figuran una gran cantidad de nombres de libros, la mayoría son citados con el nombre de sus autores por las notas que se hacen: Libros Devotos Biblia: Antiguo testamento y Evangelios La Divina Comedia Liber adversus omnes haereses (Libro contra todas las herejías, traducción mía). Cristelige Dogmatik (Christchurch Instituto de la dogmática, traducción mía) Vindicación de la eternidad Libros Herejes Libro ignorado Libro de De Quincey de 1857 Kristus och Judas (Cristo y Judas, traducción mía) Den hemlige Frâlsaren (El salvador secreto. Sueco, traducción mía) Der Heimlich Heiland (El salvador secreto. Alemán, traducción mía) Syntagma Almafuerte Sju insegel (siete sellos, traducción mía) La Biblia es mencionada dieciséis veces en el relato, ocho aludiendo a ella como libro que guía a la religión y ocho con notas del Nuevo Testamento, específicamente de los evangelios.
 
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Análisis Literario


La literatura de Jorge Luis Borges suele resultar enigmática, invita al lector a una decodificación e interpretación del semiotopo del texto y alejarse de la comodidad de la lectura informativa a la que se está acostumbrado. 
En este trabajo abordaremos un análisis del semiotopo del cuento “Tres versiones de Judas” de Jorge Luis Borges , para evidenciar que en el relato, el sujeto alfa apela a que el sujeto omega no sea un lector ingenuo ni pasivo, se espera que sea una persona que curiosee e investigue lo que se le presenta, reflexione y examine sucesivamente los diferentes elementos constitutivos de la obra; en el cuento se evidencia una inquietante mezcla entre lo serio y lo ocurrente, la verdad aceptada y la inquietante duda; la interpretación que tiene que hacer el lector tiene mucho que ver con sus capacidades y creencias. 
Primera lectura semántica
Ezquerro menciona (2011:85), que el término “asunto designa el argumento central de la fábula, la situación en torno a la cual viene organizada la narración”.
El asunto es "Tres versiones de Judas" es cuando el narrador cuenta las tres sucesivas hipótesis de un tal Nils Runeberg, teólogo sueco que, en la primera década del siglo XX, habría publicado sus especulaciones acerca del enigma de la traición de Judas no explicado suficientemente hasta entonces. La primera argumentación de Runeberg es que el sacrificio llevado a cabo por Dios al humanizarse en Cristo exigió un sacrificio comparable al de la redención: el de un humano rebajado a delator de la divinidad y, por ello, condenado eternamente al infierno.  En su segunda hipótesis, Runeberg interpreta la traición de Judas como la máxima humildad imaginable, ya que si la felicidad y el bien son atributos divinos, no deber ser usurpados por los mortales. La tercera y más radical hipótesis de Runeberg es que Dios, en su supremo sacrificio para redimir a la humanidad, se encarnó, no en Cristo, sino en el mismísimo Judas. Runeberg -cuyo descubrimiento, a fin de que no quede desmentida la inconmensurable humildad del sacrificio divino, es recibido con total indiferencia por incrédulos y teólogos- muere abrumado por tan terrible deducción. 

A su vez, llamamos motivo a una “situación, un ser, o bien avatares particulares del tema, o bien otros componentes de esta organización, guiados por el tema” (Ezquerro; 2011:86).
A lo largo de todo el cuento, encontramos motivos que aparecen de forma insistente, orquestados por el tema. Estos diferentes motivos se retoman de modos variados y asociados los unos a los otros.
El siguiente conjunto de motivos esparcidos en las ocho páginas del cuerpo del relato, son algunos de los principales que nos permiten la interpretación del semiotopo. 


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miércoles, 10 de abril de 2013

Aristóteles y la Literatura


Aristóteles reúne en dos obras, la Poética y la Retórica, sus teorías sobre la literatura.
Las teorías más relevantes de Aristóteles respecto a la literatura son las siguientes: la literatura, es imitación como todo arte, usa un lenguaje especial y tiene unas reglas específicas, además es autónoma.
Diferencia entre verso y poesía y afirma que la esencia de la literatura no es el verso sino la imitación; el objeto de esa imitación son las acciones de los hombres que resultarán mejores, peores o iguales que nosotros.
La imitación tendría su origen por una parte en el hecho de que imitar sea connatural al hombre y por otra en el hecho de que todo el mundo goza al reconocer algo que se conoce antes.

¿Quién es el monstruo?


El análisis literario del semiotopo “El almohadón de pluma” realizado por Ezquerro, 

muestra lo interesante que resulta cuando se lee un cuento detenidamente y se van 

encontrando los elementos simbólicos que hacen de él una pieza atrayente.

Se observa que la interpretación simbólica desde el semiotopo da un texto distinto del 

original, pero siempre conservando el argumento del relato.

La traducción creativa de Ezquerro, atrae el interés de los lectores dándoles a conocer 

dos textos, el cuento de Quiroga y “¿Quién es el monstruo?”, ambos de preciado placer.

jueves, 14 de marzo de 2013

LA ESTRUCTURA PRINCIPAL DEL ANÁLISIS LITERARIO DE “¿QUIÉN ES EL MONSTRUO?”




La estructura principal del análisis literario del cuento “¿Quién es el monstruo?”, elaborado por

Ezquerro, es la influencia del idiotopo alfa en el semiotopo del texto.

Esto se puede observar  en varias ocasiones, la autora cita al autor por su nombre y en otras se
 encuentra en la connotación del texto.

lunes, 11 de marzo de 2013

Análisis Literario "Tres versiones de Judas"




La literatura de Jorge Luis Borges suele resultar enigmática, invita al lector a una decodificación e interpretación del semiotopo del texto  y alejarse de la comodidad de la lectura informativa al que se está acostumbrado. 
En este trabajo abordaremos un análisis del semiotopo de “Tres versiones de Judas”,  para evidenciar que Jorge Luis Borges, autor del cuento, apela a que el sujeto omega no sea un lector ingenuo ni pasivo, se espera que sea un investigador de lo que se le presenta, reflexione y examine sucesivamente los diferentes elementos constitutivos de la obra; donde se presenta una inquietante mezcla entre lo serio y lo ocurrente, la verdad aceptada y la inquietante duda, donde la interpretación que hace el lector tiene mucho que ver  con sus capacidades y creencias. 
Primera lectura semántica
Ezquerro menciona, que el término “asunto” designa el argumento central de la fábula, la situación en torno a la cual viene organizada la narración.
Con respecto al asunto del cuento “Tres versiones de Judas” , podemos decir que:  el narrador cuenta que Niels Runeberg escribió dos libros donde  hace referencia a dos versiones sobre  la muerte de Jesús.
Con respecto al “tema”, este es el concepto que es, dentro de la organización interna, lo que el asunto es en la organización aparente: el nudo, la clave, la fuerza organizadora. A su vez, llamamos “motivo” a una situación, un ser, o bien avatares particulares del tema, o bien otros componentes de esta organización, guiados por el tema.
En  “Tres versiones de Judas”, a lo largo de toda la obra, se hallan los  motivos que aparecen de forma obsesiva:

1. Nombres:
1.1 Escritores
    1.1.1 Teólogos:
i) Herejes
ii) Ortodoxos
1.1.2 Personajes:
       1.1.2. 1 Personajes históricos
       1.1.2. 2 Personajes bíblicos
        1.1.2. 3 Personajes ficticios

2. Libros:
2.1 La Biblia
2.2 Kristus och Judas
2.3 Den Helmiche Frälsaren
2.4 La divina Comedia
2.5 Liber adversus omnes haereses
2.6 Syntagma
2.7 Otros

3.  Lugares:
3.1 Países, ciudades
       3.1.1 Ciudad Universitaria de Lund
       3.1.2 Asía Menor
       3.1.3 Alejandría
       3.1.4 Roma
       3.1.5 París
       3.1.6 Buenos Aires
3.2   Otros
 3.2.1.Cenáculo
3.2.2.Infierno

4. Valores y antivalores: 
    4.1 Valores
       4.1.2 Religioso
       4.1.3 El bien
       4.1.4 Humildad
       4.1.5 Antivalores
       4.1.6 Injurias
       4.1.7 Negligencia
       4.1.8 Blasfemia
       4.1.9 Soberbia
       4.1.10 Traición
       4.1. 11Delatar
       4.1.12 Abominar
       4.1.13 Crimen de codicia
       4.1.14 Adulterio
       4.1.15 Profanaciones
       4.1.16 Abuso de confianza


martes, 26 de febrero de 2013

JORGE LUIS BORGES Tres versiones de Judas (Artificios, 1944; Ficciones, 1944)


 “Tres versiones de Judas" es un cuento escrito por Jorge Luis Borges. En el que desde el título nos sugiere el contenido del cuento.

El tema es la actuación del apóstol Judas Iscariote ante Jesús de Nazaret.
Los motivos que desarrollan la historia, es la Biblia,  las tesis que propone el personaje principal de la obra, los personajes históricos y apócrifos y las notas referenciales, de aclaración y de explicación.
El asunto del cuento que orienta al lector en una primera lectura, para informarle que la materia de “Tres versiones de Judas”, concierne a la vida de Judas Iscariote y a su actuar en la entrega de Jesús para su sacrificio. El narrador menciona que Nils Runeberg, personaje principal, en su obra literaria Kristus och Judas refuta la teoría de De Quincey donde argumenta que Judas entregó a Jesucristo para forzarlo a declarar su divinidad y a encender una vasta rebelión contra el yugo de Roma. Por lo que Runeberg para argumentar su refutación propone dos tesis generadas de investigaciones hechas en la Universidad de Lund; en la primera menciona que la traición de Judas no fue casual; fue un hecho prefijado en el que Judas se sacrificó y en la segunda tesis especula que Jesús se rebajó a ser hombre para la redención del género humano, renunció al honor, al reino de los cielos y eligió el destino de Judas.
Esperanza

domingo, 10 de febrero de 2013

DE LA INTERPRETACIÓN Milagros Ezquerro (Comentarios)


Para hacer suyo un texto, no basta con que lo conozcas y te guste, según Esquerro se debe descodificar e interpretar. Esto implica una lectura crítica.
La interpretación está supeditada a dos factores: el semiotopo del texto y el idiotopo del sujeto omega. El idiotopo del sujeto alfa debe ser descodificado e interpretado en función de las posibilidades y peculiaridades del sujeto omega. Con la interpretación del texto el observador tratará de desentrañar lo que el autor quiso decir. 
El metatexto que se produce para comunicar la interpretación a través de un artículo crítico, hará que el auditorio esté o no de acuerdo con la interpretación.

CONTEXTOS IDIOTOPO Y SEMIOTOPO “LAS TRES VERSIONES DE JUDAS” Jorge Luis Borges

IDIOTOPO ALFA:


  • Jorge Luis Borges, fue poeta, traductor, ensayista y cuentista. Hijo de una familia acomodada nació en Buenos Aires, Argentina el 24 de agosto de 1899, murió en Ginebra en 1986. En 1914 se mudó con su familia a Suiza y vivió también en España, donde comenzó a publicar en distintas revistas literarias. En Europa, tuvo contacto con las vanguardias del momento. En 1921 regresó a Buenos Aires y empieza a participar en la vida cultural del momento, fundó las revistas Prisma y Proa. 
  • En 1923 publicó su libro de poesía Fervor de Buenos Aires y en 1935, Historia universal de la infamia. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores.
  • Ganó el premio Cervantes en 1979. No estuvo de acuerdo con el Peronismo. El sueco Artur Ludkvist, manifestó públicamente que jamás recaería el Premio Nobel de Literatura sobre Borges por razones políticas.
  • En 1938 fallece su padre y comienza a trabajar como bibliotecario en las afueras de Buenos Aires; durante las navidades de ese mismo año sufre un grave accidente, que a punto estuvo de costarle la vida, provocado por su progresiva falta de visión. 
  • Aunque Borges siempre se manifestó ateo, en su lecho de muerte pidió un sacerdote. Su madre fue una fervorosa católica.  Escribió en español, pero sus textos han sido traducidos a no menos de 25 idiomas.

IDIOTOPO OMEGA:

  • Lector dispuesto a releer y a investigar. Con ánimo de echar a volar su imaginación. Haber conocer pasajes de la Biblia. No ser un lector ingenuo.
  • Del libro de Ficciones, donde figura el cuento “Tres versiones de Judas”, en México hay siete reimpresiones de la editorial Debolsillo, la  reimpresión en mis manos es de mayo de 2012. Por lo que considero que es un libro muy aceptado entre el público de habla Castellana. 
  • Ficciones, se publico en 1944, con el que ganó el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, es uno de los más representativos de su estilo. 

SEMIOTOPO:

  • “Tres versiones de Judas” es un cuento/ensayo porque hay opiniones del personaje principal. Borges, escribe con un lenguaje erudito e irónico. Menciona personajes, lugares, fechas y notas comentario ficticios y auténticos. Citas apócrifas son atribuidas a personajes reales. Recurre a personajes que figuran en otros textos de su literatura. Juega con el lector ingenuo. 
  • Muestra cómo se puede someter una verdad tradicional a discusión. Propone tres tesis y busca posibles refutaciones. Recurre a citas de la biblia para argumentar. Utiliza analogías con sus personajes.Tiene frases en latín, inglés, yiddish. 


martes, 5 de febrero de 2013

LOS CONSEJOS DE CHEJOV


El escritor ucraniano Antón Pavlóvich Chéjov, nació el 29 de enero de 1860. En días pasados se cumplieron 153 años de su nacimiento y su literatura sigue presente es un autor influyente en el mundo de los cuentos y la dramaturgia.  Murió en Badweiler, Alemania, el 15 de julio de 1904. 
Relatos de Motley, La isla de Sajarín, El jardín de los cerezos y su obra póstuma Los veraneantes y otros cuentos, son algunos de sus relatos. 
Redactó una serie de consejos para los creadores literatos.  Estos consejos fueron extraídos de Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores, de Piero Brunello y disponibles en la web. 

  • Uno no termina con la nariz rota por escribir mal; al contrario, escribimos porque nos hemos roto la nariz y no tenemos ningún lugar al que ir.
  • Cuando escribo no tengo la impresión de que mis historias sean tristes. En cualquier caso, cuando trabajo estoy siempre de buen humor. Cuando más alegre es mi vida, más sombríos son los relatos que escribo.
  • Dios mío, no permitas que juzgue o hable de lo que no conozco y no comprendo.
  • No pulir, no limar demasiado. Hay que ser desmañado y audaz. La brevedad es hermana del talento.
  • Lo he visto todo. No obstante, ahora no se trata de lo que he visto sino de cómo lo he visto.
  • Es extraño: ahora tengo la manía de la brevedad: nada de lo que leo, mío o ajeno, me parece lo bastante breve.
  • Cuando escribo, confío plenamente en que el lector añadirá por su cuenta los elementos subjetivos que faltan al cuento.
  • Es más fácil escribir de Sócrates que de una señorita o de una cocinera.
  • Guarde el relato en un baúl un año entero y, después de ese tiempo, vuelva a leerlo. Entonces lo verá todo más claro. Escriba una novela. Escríbala durante un año entero. Después acórtela medio año y después publíquela. Un escritor, más que escribir, debe bordar sobre el papel; que el trabajo sea minucioso, elaborado.
  • Te aconsejo: 1) ninguna monserga de carácter político, social, económico; 2) objetividad absoluta: 3) veracidad en la pintura de los personajes y de las cosas; 4) máxima concisión; 5) audacia  originalidad: rechaza todo lo convencional; 6) espontaneidad. 
  • Es difícil unir las ganas de vivir con las de escribir. No dejes correr tu pluma cuando tu cabeza está cansada.
  • Nunca se debe mentir. El arte tiene esta grandeza particular: no tolera la mentira. Se puede mentir en el amor, en la política, en la medicina, se puede engañar a la agente e incluso a Dios, pero en el arte no se puede mentir.
  • Nada es más fácil que describir autoridades antipáticas. Al lector le gusta, pero sólo al más insoportable, al más mediocre de los lectores. Dios te guarde de los lugares comunes. Lo mejor de todo es no describir el estado de ánimo de los personajes. Hay que tratar de que se desprenda de sus propias acciones. No publiques hasta estar seguro de que tus personajes están vivos y de que no pecas contra la realidad.
  • Escribir para los críticos tiene tanto sentido como darle a oler flores a una persona resfriada.
  • No seamos charlatanes y digamos con franqueza que en este mundo no ese entiende nada. Sólo los charlatanes y los imbéciles creen comprenderlo todo.
  • No es la escritura en sí misma lo que me da náusea, sino el entorno literario, del que no es posible escapar y que te acompaña a todas partes, como a la tierra su atmósfera. No creo en nuestra intelligentsia, que es hipócrita, falsa, histérica maleducada, ociosa; no le creo ni siquiera cuando sufre y se lamenta, ya que sus perseguidores proceden de sus propias entrañas. Creo en los individuos, en unas pocas personas esparcidas por todos los rincones –sean intelectuales o campesinos-; en ellos está la fuerza, aunque sean pocos.

Excelentes consejos. 

lunes, 28 de enero de 2013

CONTEXTOS: IDIOTOPO Y SEMIOTOPO





El mundo real se representa en las obras literarias, éstas son enriquecidas por el productor  a la hora de representarlo y por el lector a la hora de interpretarla.
Según Esquerro, el contexto de un texto está determinado por dos campos diferentes y complementarios:

  • El contexto del productor y del lector del texto esta determinado por: las circunstancias biográficas, particularidades psicológicas, situación socio-histórica, motivaciones, etc. (idiotopo del productor, idiotopo del observador-lector).
  • Todos los elementos del campo semiológico dentro del cual se inscribe el texto: campo lingüístico, retórico, los géneros literarios, sus relaciones con la tradición, con las series culturales, con otros textos, con otras producciones artísticas, etc., mantienen relaciones que lo definen.

Es decir, el contexto de un texto literario esta determinada por tres campos diferentes y estrechamente vinculados: idiotopo del productor, idiotopo del lector y el semiotopo del texto.

Por lo que, no hay un solo sentido del texto establecido para todos los lectores. La interpretación depende del idiotopo del observador.

El sentido de la obra literaria, dependerá del idiotopo del sujeto omega.


jueves, 24 de enero de 2013

CIRCULACIÓN DEL SENTIDO


 “CIRCULACIÓN DEL SENTIDO”

 
Del libro de Milagros Esquerro Leerescribir
Los sujetos alfa  (escritor) y omega (lector) tienen una comunicación entre sí a través del texto escrito. El primero trasmite su cultura e ideología a través del desdoblamiento que hace de él como productor. La comunicación se mueve a través del conocimiento del autor, el tiempo y el espacio en el que se produce el texto. El sujeto alfa insta ciertas condiciones que deberá tener el sujeto omega para quien es creado el texto.
            Los códigos que utiliza el sujeto alfa en el texto, deben ser conocidos por el sujeto omega, para que pueda descodificar e interpretar el texto. O sea, ambos sujetos deben disponer de un idiotopo. El idiotopo que compartan deben ser: lingüísticos, culturales, retóricos; así el intercambio de la comunicación se dará entre ambos.
           El sujeto alfa produce un texto con múltiples interpretaciones, en consecuencia polisémico; el lector descifrará el texto, según sus capacidades y sus características propias (esto me recuerda el cuento de Borges “La biblioteca de Babel”, donde cada lector decodifica e interpreta el texto según el tiempo y el espacio, sus experiencias, capacidades y conocimientos). El autor tendrá su propia interpretación del texto que ha producido, incluso podrá compartirla con el lector. Es así como el productor también es receptor.
            Si se realizan varias lecturas al texto, cada una de ellas tendrá su interpretación, y modificará al sujeto omega.
            El texto es movedizo, inestable porque no es el mismo lector de acuerdo al tiempo y el espacio.

Blancos

Esquerro, Milagros (2008). Leerescribi. Rilma /Adehl. México-París.

 Lo que conforma la significación del texto, es el conjunto de signos, las diversas relaciones que estos tienen entre sí y los blancos que son como silencios semióticos. Cada blanco tiene una forma y un significado particular, en función del sistema de signos que lo contiene.
            El blanco se fragmenta según su función y significado: el blanco que separa un sustantivo de su adjetivo es diferente del que separa el punto y la mayúscula que le sigue, el blanco ente dos líneas es diferente del blanco entre dos párrafos, el blanco que separa el título del texto es diferente del que separa el final del texto. Tomando en consideración los ejemplos anteriores, podemos decir que el blanco separa, pero también es razonable decir que el blanco une, que enlaza, porque tiene significación.
Esperanza Martínez.

Del texto y de su entorno


Del texto y su entorno

Esquerro, Milagros (2008). Leerescribir . Rilma /Adehl. México-París

El texto no se reduce a la suma de sus elementos. Las innumerables relaciones que unen y jerarquizan sus elementos son tan importantes como su significación.
                El sujeto alfa y el sujeto omega están relacionados por sus respectivos contextos socio-históricos y cognitivos.  Así mismo, la estructura del  texto es fragmentaria, donde cada parte está  alimentada por el lector según su contexto capacidades y conocimientos.
Esperanza Martínez

domingo, 20 de enero de 2013

¿QUE ES LA LITERATURA?


¿QUÉ ES LA LITERATURA?
Eagleton, Terry (1998). Una introducción a la literatura. FCE.USA. Resumen
Según los formalistas rusos: lo literario consiste en una forma de escribir, en la cual se transforme e intensifique el lenguaje ordinario, es decir, alejarse sistemáticamente de la forma en que se habla en la vida diaria. El lenguaje empleado en la literatura atrae la atención, hace gala de su ser material, lo cual no sucede en frases utilizadas cotidianamente 1.
Los formalistas, hicieron a un lado el análisis del “contenido” literario y se concentraron en el estudio de la forma literaria.
Se podría decir que la literatura es un discurso “no pragmático”, la literatura carece de un fin práctico inmediato, y debe referirse a una situación de carácter general. En este caso la definición encierra el problema, de tomar en cuenta la forma en que se discute y no el tema que se discute.
La importancia de los textos literarios no radita cómo se hizo, sino como lo define la gente. Si la gente decide que tal o cual escrito es literatura parecería que de hecho lo es, independientemente de lo que se haya intentado al concebirlo.
En este sentido, puede considerarse la literatura no tanto como una cualidad o conjunto de cualidades inherentes que quedan de manifiesto en cierto tipo de obras, sino como las diferentes formas en que la gente se relaciona con lo escrito. No es fácil separar las características, de todo lo que en una u otra forma se ha denominado “literatura”. No hay absolutamente nada que constituya la “esencia” misma de la literatura. Cualquier texto puede leerse sin “afán” pragmático, suponiendo que en esto consista el leer algo como literatura; asimismo, cualquier texto puede ser leído “poéticamente”.
Dado que, los juicios de valor que se aplica a la “literatura” son variables, se deduce que la definición de literatura como forma de escribir altamente apreciada no es una entidad estable. Los tiempos cambian, la gente puede considerar filosófica la obra que más tarde calificará de literaria, o viceversa, también puede cambiar de opinión sobre lo que considera escritos valiosos. Hay que precisar que “valor” es un término transitorio, significa lo que algunas personas aprecian en circunstancias específicas, basándose en determinados criterios y a la luz de fines preestablecidos. Asimismo, los juicios de valor se relacionan estrechamente con las ideologías sociales. No se refieren exclusivamente al gusto personal, sino también a lo que dan por hecho ciertos grupos sociales y mediante lo cual tienen poder sobre otros y lo conservan.
La literatura no se puede considerar como categoría descriptiva “objetiva”, tampoco puede decirse que la literatura no pasa de ser lo que la gente caprichosamente decide llamar literatura.
Esperanza E. Martínez P.
1
Propuesta de los formalistas rusos: Viktor Shklvsky, Roman Jakobson, OsipBrik, Yury Tynyanov, Boris Eichenbaum y Boris Tomashevisy. Los formalistas surgieron en Rusia antes de la revolución bolchevique de 1917.